Condromalacia rotuliana | Traumatología Dr. Villanueva

La condromalacia rotuliana también se denomina síndrome fémoro-patelar o síndrome fémoro-rotuliano, condropatía rotuliana…

La condromalacia rotuliana consiste en un desgaste del cartílago de la rótula, el hueso de la rodilla que se articula con el fémur y en el que se insertan el tendón del cuádriceps y el tendón rotuliano.

El cartílago hialino es el tejido especializado que recubre la parte articular de los huesos y su función es absorber impactos y reducir la fricción entre los huesos que forman una articulación. En el caso del cartílago rotuliano su función es evitar la fricción entre el fémur y la rótula.

Cuando el cartílago está dañado, fisurado o reblandecido, la rótula y el fémur no se deslizan suavemente entre sí, aumenta el desgaste y el roce entre ellas.

Causas de la Condromalacia Rotuliana

 

La causa de este daño puede ser aguda o crónica, debido a una lesión por uso excesivo (sobrecarga) de larga evolución.

Las lesiones agudas normalmente se producen cuando la parte delantera de la rodilla sufre un traumatismo directo, como una caída sobre la rodilla o un traumatismo con el salpicadero del coche por un accidente de tráfico, dando como resultado pequeños desgarros o formación de irregularidades en el cartílago.

Las lesiones crónicas se producen por uso excesivo (sobrecarga), la causa del daño son los microtraumatismos (correr, saltar…etc). Pueden producirse o favorecerse por la existencia de anomalías o alteraciones de la forma de las rodillas (rodillas en valgo “X”, varo o aro excesivo) o de la articulación femororrotuliana, lo que se conoce como displasia patelofemoral, como rótula alta, subluxaciones, hipoplasia del cóndilo femoral o anomalía torsional de las piernas.

El término condromalacia idiopática se reserva para aquellos casos de daño del cartílago sin alteraciones biomecánicas ni antecedentes traumáticos.

Sin existir traumatismo previo, el origen más habitual de la condromalacia rotuliana es, generalmente, la posición de la propia rótula. La rótula realiza un mal deslizamiento o un movimiento irregular al deslizarse a lo largo del surco femoral. La causa más habitual es que la rótula se posiciona demasiado lateral (hacia el exterior) en el surco femoral sobre el que debe realizar su desplazamiento. Esta malformación o mala posición tiene varios grados, desde la hiperpresión lateral, hasta la subluxación o la luxación de la rótula. Si la rótula apoya mas por el lado externo que interno sufre picos de presión mayores y se desgasta mas de lo normal.

Síntomas de la Condromalacia Rotuliana

La condromalacia rotuliana se caracteriza un cuadro de dolor que se refiere en la zona anterior de la rodilla, empeora al andar, sobre todo por terreno inclinado, o al bajar cuestas y escaleras. En ocasiones el dolor se acompaña con el bloqueo en el movimiento de la articulación, principalmente tras estar sentado mucho rato (signo del cine o de la butaca), aunque son pseudobloqueos, no son bloqueos reales, que se mejoran al mover la pierna y tras dar unos pasos, pues al caminar se genera líquido sinovial que es un lubricante para la articulación.

La condromalacia rotuliana duele, más o menos, a temporadas, dependiendo de muchos factores, desconocidos o no. El atleta puede tener que modificar su forma de entrenamiento, su intensidad, combinar otros deportes, pero no significa necesariamente que tenga que renunciar a su deporte favorito.

Grados de lesión en la Condromalacia Rotuliana

Existen cuatro grados de lesión de la condromalacia rotuliana:

-Grado 1: hay edema y reblandecimiento del cartílago. Cursa con síntomas leves de dolor, pseudobloqueos, chasquidos o sensación de presión de la rodilla tras los esfuerzos o las posiciones de reposo prolongadas.

-Grado 2: existe una alteración o fisuración de la superficie del cartílago más evidente en la Resonancia magnética y da un cuadro clínico con dolor más intenso y duradero.

-Grado 3: En esta etapa se alteran capas más profundas del mismo. Cursa con dolor más intenso. La fisuración del cartílago de la rótula llega a las capas más profundas y los pacientes pueden tener derrame o episodios de inflamación más intensos y limitantes.

-Grado 4: Afectación del hueso subcondral. Existe una pérdida del cartílago articular que llega hasta la profundidad del hueso. Los pacientes pueden experimentar dolor incapacitante y permanente de la articulación, acompañado de inflamación e inestabilidad articular.

Grados de lesión en la Condromalacia Rotuliana

Tratamiento de la Condromalacia Rotuliana

Tratamiento de la Condromalacia Rotuliana

No existe un tratamiento definitivo que revierta la degeneración del cartílago.

En función del grado y la limitación del paciente el tratamiento prescrito varía desde la fisioterapia o el ejercicio, con fortalecimiento muscular selectivo o en descarga, hasta el uso de fármacos condoprotectores, las infiltraciones de ácido hialurónico, factores de crecimiento, orthokine o células madre.

Aunque hay muchos tratamientos publicados no existe evidencia científica concluyente sobre los resultados a medio o largo plazo con muchos de ellos.

Con estos tratamientos los pacientes consiguen mejorías de la función, movilidad articular, menos episodios de derrame, pseudobloqueos y menor dolor.

No existe evidencia científica rigurosa de que estos tratamientos retarden el desgaste articular, pero si que se frena, retarda o detiene el mismo, aunque no se pueda cuantificar cuanto es este retardo. Muchas de estas terapias estimulan la síntesis de ácido hialurónico del propio paciente (endógeno), estimulan la microrreparación del cartílago, son antiinflamatorios, generan efecto sinérgico con moléculas que favorecen la baja fricción del cartílago, como la lubricina por lo que frenan o retardan los procesos de deterioro articular.

Conclusiones del Doctor Villanueva sobre la Condromalacia Rotuliana

La condromalacia representa entre el 10% y el 25% de todas las consultas a especialistas en Traumatología y Fisioterapia, por problemas en la rodilla. Afecta a adultos jóvenes y algo más a las mujeres.

La condromalacia rotuliana no es el fin de un deportista, ni de un corredor ni de un maratoniano. Es una enfermedad incómoda, que nos va a limitar, pero no a detener.

Los tratamientos ayudarán al paciente a tener mejor función, menos dolor, mas calidad de vida y a seguir manteniendo, en la mayoría de los casos, su actividad deportiva.

Si un paciente con condromalacia sigue haciendo deporte puede tener la preocupación de si se lesionará mas su articulación.

No existen estudios científicos que permitan cuantificar que pesa más en el desarrollo de artrosis: si correr, aunque sea menos, tomar condroprotectores, infiltrarse ocasionalmente las rodillas o vivir, sin correr ni hacer deporte, pesando, día a día 10-15 kilos más de nuestro peso ideal.

Como traumatólogo siempre explico a los pacientes todos estos aspectos, el papel modulador del ejercicio en el umbral del dolor o el papel protector de la musculatura sobre la articulación. Hacer deporte o correr exige un sacrificio, pero nos permite vivir nuestra vida a otra velocidad, con otra intensidad.

Artículo de: Dr. Manuel Villanueva
Traumatología | Especialista en Casos Complejos de Cadera y Rodilla. Cirugía Ecoguiada

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